El jardín de Al-Andalus, herencia Persa.
Al-Andalus era el nombre que dieron los musulmanes a las tierras que iban conquistando al otro lado del Mediterráneo; Al-Andalus significaba en su lengua Tierra de bárbaros, ya que así eran llamados los visigodos por los romanos; en el 710, fecha en la que cuenta la historia, que se produjo la primera oleada de invasión de musulmanes en la península, eran visigodos los que reinaban en estas tierras.
Estos territorios no correspondían solamente a lo que es actualmente Andalucía, sino que también correspondían a casi toda la península Ibérica, sur de Francia, y otras zonas de lo que es actualmente Europa.
Los primeros musulmanes que llegaron a la península, lo hicieron como mercenarios, a las órdenes de los diferentes dirigentes visigodos de la época; después del asesinato del rey godo Witiza, eran contrarios al usurpador al trono, Rodrigo; enzarzados entre ellos mismos en continuas reyertas, se abastecieron de soldados pagados, que vinieron de Marruecos, de yemen y Mauritania principalmente. A partir del año 670, los gobernadores norteafricanos de los Omeyas habían sometido al dominio del Islam, toda la zona del Magreb, hasta el océano Atlántico, poniendo sus miras también en la península Ibérica. En Abril del año 711, Tarik desembarca con más de 8.000 bereberes en Gibraltar, desde allí conquista Málaga, Granada y Córdoba, el 19 de Julio del mismo año, derrota a las tropas del rey Rodrigo, después conquista Toledo. En Junio del 712, Muza desembarca en la península con unos 18.000 moros conquista Sevilla y Mérida, y llega hasta Toledo donde se reúne con Tariq. Una vez invadida la península, necesitaban, según las leyes del Islam, a un regente que viniese de línea sanguínea directa de Mahoma; este sería el príncipe Abd al-RahmánI ( abderramán I 756-788 ) nieto del califa Omeya Hixem de Damasco.
Abd al-Rahmán, fue el único superviviente de la matanza de la dinastía Omeya en Damasco , Persia a manos de los abasíes, quién después de muchos años de deambular, por el Magreb, Mauritania y otros territorios musulmanes huyendo de sus perseguidores, que no querían dejar ningún descendiente de su dinastía vivo, desembarca en la península, en Motril, en Mayo del 755. vence a Yusuf, en Córdoba, tomando esta capital, se instala en ella y se proclama emir de Al-Andalus, como líder del mundo islámico en la península, creando posteriormente el emirato independiente de Córdoba; con el llegó también a la península la tradición, y el arte de la jardinería de Damasco, el jardín persa.
Las primeras fuerzas que le acompañaban ya hemos dicho que eran provenientes del actual Marruecos, Yemen y de Mauritania (de donde viene moro). En estas tierras no se conocían por entonces ningún tipo de jardín.
Abderramán I, construye la mezquita y el patio de los naranjos de la mezquita de Córdoba, primer jardín hispanoárabe que se crea en la península, es el jardín más antiguo del mundo, que se conserva, sin cambios de relevancia hasta nuestros días, los de la Alhambra y el Generalife, son los más antiguos de Europa, también son los más antiguos del Islam.
Abd al-rahmán III (912-1031), fue el constructor de Medina Azahara, Córdoba en aquella época podía medirse con Constantinopla, como centro económico y cultura, y por supuesto superaba con creces a cualquier capital europea. El califato de Córdoba llegó a su fin con la rebelión bereber del año 1010, se expulsó al último califa en 1031; el califato se fragmentó en reinos de taifas .
En 1238, se establece la dinastía de los Nazaríes en Granada, que se mantendría hasta el año 1492, como último reducto del poder islámico en la península. Yusf I y Mahamad V su hijo, fueron los constructores del palacio de Comares y el patio de Arrayanes el primero y del patio de los leones el segundo; son los constructores de los dos monumentos más importantes de la Alhambra. Con todo lo contado, lo único que se pretende es situarse en la historia, para poder comprender mejor la jardinería y la vida de aquellos tiempos.
El Génesis ( Antiguo testamento), es común para Israelitas ( Judíos), islámicos y cristianos, en él se describe el primer jardín, el Edén, el Paraíso << un rio salía de edén, para regar el jardín, desde allí se dividía en cuatro, en el centro se encontraba un manantial…>>
Pairidaeza, significa jardín en persa, pasa al griego como paradeisos, en latín paradisus, y en español paraíso, que no identificamos como jardín, sino más bien como el lugar que reserva Dios para los elegidos.
De esta manera se describe el jardín creado por Dios para el disfrute eterno del hombre; esta misma pauta se seguía en la creación de jardines en Egipto, los más antiguos creados por el hombre, o al menos eso nos cuentan los planos encontrados y conservados; no así, de los jardines, ya que no queda resquicio alguno de ellos; de esta misma forma, se crearon los jardines en Persia, y parte del mundo islámico, el chahar bag, que significa el jardín de los jardines en persa.
La forma de construcción de estos jardines, consiste en la división del espacio a ajardinar (normalmente de forma rectangular o cuadrada, siempre con ángulos rectos) de forma simétrica, en cuatro cuadrantes o parterres, los ejes transversal y longitudinal, en forma de crucero, lo forman el agua, en forma de canalillos o aljibes, en al cruce de ambos ejes, se crea un elemento destacado, el punto focal de toda la composición; este elemento puede ser una fuente, como en el caso del patio de los Leones de la Alhambra, un cenador como el diseño primitivo del patio de la alberca, en el Generalife, o una planta singular, como es el caso del patio de los poetas del hotel Incosol de Marbella. En todos los casos, la luz, los aromas, el agua, el murmullo de las fuentes, el color, son elementos fundamentales de la composición, el jardín hispanoárabe es el jardín de los sentidos.
Los primeros cuatro parterres o cuadrantes, se pueden subdividir en otros tantos; incluso se pueden crear otras divisiones en la misma línea.
Estos parterres o cuadrantes, suelen ir rematados en sus límites por seto bajo de mirto o arrayan, o mirta, como lo llaman la gente del campo; dentro de los parterres plantas aromáticas, rosales de Damasco, olivos, taxus, laureles, cupressus acompañando a los ejes de simetría; con posterioridad, limoneros y naranjos, y otras plantas útiles y decorativas sin una regla estricta, como ocurre en el jardín renacentista. Estos parterres o cuadrantes, formaban entre sus límites caminos enchinados o pavimentados; que simbólicamente, eran los múltiples caminos que el hombre puede tomar en su vida, unos más acertados que otros, unos lo conducirán al bién, la gloria, al paraíso; y otros lo condenarán.
Los caminos se construyen a un nivel superior al de los parterres, o cuadrantes de siembra, de forma que por medio de compuertas, se pudiese desbordar el agua de los aljibes a los caminos, y de estos a los cuadrantes de siembra; este sistema de riego se denomina por inundación o a manta, actualmente se sigue usando en algunas zonas de agrios de la provincia de Málaga, donde el agua no escasee. El echo de quedar los parterres más bajos, con el seto de mirto, tiene una segunda función y es la de impedir que con el viento se seque el sustrato que dá frescor a los jardines.
Otro modelo del jardín de Al-Andalus, o hispanoárabe, lo compone una alberca central, como es el caso del patio de Los Arrayanes del palacio de Comares de la Alhambra, este modelo fue adoptado por los constructores de jardines islámicos a su llegada a la península, inspirado por los peristilos romanos, el pluvium. Los patios o peristilos de las villas romanas de las clases medias y altas, tenían una alberca central ( el pluvium), poca vegetación en su alrededor, normalmente figuras de topiaria ( técnica de recorte de plantas) y dispuestos pilares perimetrales que soportaban una cubierta de tejas lo que equivale al corredor en el patio andaluz y al hispanoárabe,; por ello la denominación de teja árabe sería incorrecta, ya que su origen es romano; igualmente los arcos de herradura no eran árabes, sino visigodos, fueron utilizados y mejorados en su diseño a nivel estético por el mundo islámico.
El patio en Al-Andalus, era el más común entre las clases medias y altas, lo adoptaron tanto moros como judíos y posteriormente los cristianos; el patio andaluz es la consecuencia de todo ello.
En resumen, sabemos que el jardín hispanoárabe , es el primero, el chahar bag, la imagen del paraíso que Dios creó para el hombre en la tierra, es por ello un jardín eminentemente espiritual, cotidiono, el jardín-patio era como el actual salón de una casa, el más rico en su decoración, la zona principal de una casa, el lugar donde se recibían y se trataba de impresionar a los invitados y visitas, donde se desarrollaba la vida de la casa, la zona más noble de la vivienda.
Desde Al-Andalus, el patio pasó al norte de Marruecos, con el destierro de los moros no conversos de España por los reyes católicos.
El jardín de Al-Andalus, también llegó al nuevo mundo de manos de los conquistadores españoles a partir del 1492. llegó a Italia en el renacimiento, la casa real de Nápoles era aragonesa, los papas Borgia eran valencianos, e igual que Abderramán I en su día trajo el jardín persa a la península, estos llevaron el jardín hispanoárabe, su jardín a donde reinaron. En aquel momento se crea España como unidad a manos de los reyes católicos; su nieto Carlos V crea el imperio, y construye el único palacio que mandó crear en toda su vida, en la amada Alhambra de su abuela Isabel la católica; que entre otras cosas, dejó escrito en su testamento que la Alhambra debía cuidarse y mantenersa para la posteridad.
Hasta el renacimiento no existían jardines como tales en Europa, canales de agua, fuentes, estanques, cuadrantes ajardinados o en francés parterres; todo ello llegó hasta el renacimiento italiano ( siglo XV y XVI ) desde España, de manos de los diseñadores de jardines de Al-Andalus, desde el renacimiento italiano llega a Francia, la interpretación que se le dá allí es la del jardín barroco francés, cuyo artífice fue André le Notre con el jardín del rey sol en el palacio de Versalles esto ocurre en el siglo XVII. Después Le Notre realizaría muchos más jardines, y este modelo de jardín barroco perduraría como modelo francés, importándose desde allí hasta algunos palacios españoles, entre ellos el de la granja. Este tipo de jardinería se consolidó tanto entre la nobleza y los reyes europeos, que la debía poseer cualquier palacio europeo que se preciase, con mayor o menor extensión en su diseño.
Gracias a la historia vemos la importancia y la influencia que ha tenido el jardín hispanoárabe en la historia de la jardinería, en Oriente medio, Europa y el nuevo mundo. Únicamente Asia, que en principio fue tahoista, y después budista, quedó fuera de la influencia del jardín hispanoárabe.
Por todo ello, vemos que los dos jardines básicos, de donde provienen todos los demás, tienen un origen religioso y espiritual.
Posteriormente y tomado del jardín paisajista chino y japonés( jardines palaciegos de la época Heian en japón), llega a Inglaterra de sus colonias en Oriente, el jardín paisajista inglés, que alcanza su plenitud en el siglo XVIII, con ayuda de los pintores impresionista franceses románticos ( por ejemplo, Monet, con su jardín de ninphas y su puente japonés).
El jardín paisajista, sigue teniendo influencias en la jardinería actual en España y también en el resto del mundo occidental y oriental. Por ello, creo que es conveniente retomar el jardín hispanoárabe, que es el jardín tradicional de Andalucía, que lo ha sido durante trece siglos, y lo ha sido porque es el ideal para combatir nuestra climatología y forma parte de nuestra forma de vida, de nuestra idiosincrasia, de nuestra historia.
La vegetación de nuestros jardines hispanoarabes debiera ser autóctona, ya que es la que se ha adaptado durante miles de años a nuestro medio, exenta de plagas y enfermedades, de pocas necesidades hídricas y realmente bellas, aromáticas, con texturas y colores atractivos. También conviven plantas en nuestro medio, que aunque no son autóctonas se han adaptado perfectamente a nuestro clima, como son las cycas, limoneros y naranjos, palmeras como las canariensis, datilíferas, wasingtonias, y un larguísimo listado, por lo que las podemos considerar como autóctonas a la hora de elegirlas para formar parte del diseño de nuestros jardines como regla, podemos contar con aquellas que se reproduzcan espontáneamente y prosperen en nuestros jardines con unos cuidados y necesidades hídricas básicas; todas las que cumplan con esto, pueden ser candidatas a formar parte de nuestros jardines.
Los diseñadores de jardines o paisajistas, deben encontrar y conocer el espíritu del jardín hispanoárabe, su naturaleza, su espiritualidad, su función; para crear jardines de vanguardia que deben ser considerados obras de arte contemporáneas y también serán consideradas en el tiempo. No se trata de copiar lo ya creado, sino de crear nuevos jardines con los cánones y el espíritu de los añejos.
El jardín además de plantas, fuentes, mesas…
Que es lo que vemos; encierra de forma más íntima su alma; su razón de ser, su trazado, su distribución en el espacio, su conexión con el paisaje próximo a el, todo ello conforma la estructura de un jardín, todo ello es lo que lo hace personal y atractivo, aunque no se vea, todo esto es lo fundamental en un jardín, lo demás, quedaría en un segundo plano; incluso las especies vegetales elegidas para el, seguro que tendríamos un abanico de plantas diferentes, que al final, no nos cambiaría en absoluto la estructura y el atractivo de ese jardín.
Tenemos también que saber, que un gran proyecto de jardinería, no tiene que serlo por sus dimensiones, sino, por la belleza y el equilibrio del mismo, independientemente de su superficie, que siempre ocupará un segundo lugar.
Manuel García Ferreira
Diseñador de jardines
Paisajista